Oiga Doctor. Joaquín Sabina

Si hay alguna canción que haya marcado mi vida de manera significativa (y definitiva) esa es "Oiga Doctor" de Joaquín Sabina.

En 1987 yo estaba terminando la secundaria y era un niño bueno y aplicado que hacía todo lo que sus maestros le pedían. Pero un buen día escuché en la radio "Oiga Doctor" de Sabina (sólo lo conocía de haber escuchado "Juana la Loca" como parte de la ola de Rock en Español) y mi cabeza dio un vuelco. En un instante entendí que lo que es bueno para unos, no necesariamente es bueno para todos. Que la sociedad nos impone patrones de conducta que no necesariamente se adaptan a nosotros. Que el éxito es subjetivo en todos los sentidos. Que no tiene nada de malo sentirse mal o ser diferente. Que no tienes que seguir las reglas de los demás para ser feliz. Que tú mismo defines tu felicidad.

Esa revelación me cambió profundamente. Cuando dejé la secundaria y entré al CCH fui un estudiante diferente. Adiós a la raya de lado y bienvenido el cabello largo. Seguí siendo aplicado, porque me gustaba mucho la escuela, pero ya no lo hacía para ser aceptado como antes. Ahora le ayudaba a mis amigos a participar y ganar puntos en clase, les dejaba copiar en los exámenes, e incluso llegué a organizar varios "asesinatos" a ciertas clases aburridas. Y fui más feliz que cuando tenía los triunfos escolares para mi mismo.

Por eso esa canción me define y por eso el maestro Sabina es uno de mis ídolos más entrañables.

Oiga Doctor
Joaquín Sabina
Letra y Música: Joaquín Sabina
Disco: Hotel, Dulce Hotel (1987)

Oiga, doctor,
devuélvame mi depresión,
¿no ve que los amigos se apartan de mí?
dicen que no se puede consentir
esa sonrisa idiota;
Oiga, doctor,
que no escribo una nota
desde que soy feliz.

Oiga, doctor,
devuélvame mi rebeldía,
ahora que a la carta ceno cada día
y viajo con American Express
algunas de las cosas,
oiga, doctor,
que imaginaba odiosas…
¿sabe que están muy bien?

Oiga, doctor,
esta vez le falló la acupuntura,
¿acaso no le pago las facturas?
déjeme como estaba, por favor,
oiga, doctor,
a ver si tengo cura,
solo quiero ser yo
y ahora parezco mi caricatura.

Oiga, doctor,
devuélvame mi fracaso,
¿no ve que yo cantaba a la marginación?
devuélvame mi odio y mi pasión,
doctor, hágame caso,
quiero volver
a ser aquel payaso
con alas en los pies.

Oiga, doctor,
devuélvame mi excitación,
llevo ya cinco meses sin una erección,
incluso en un gimnasio me inscribí
pero no me curaron,
oiga, doctor,
cada miembro me hincharon
menos el viril.

Oiga, doctor,
esta vez le falló la acupuntura,
¿acaso no le pago las facturas?
déjeme como estaba, por favor.
Oiga, doctor,
que ya no se me empina,
desde que me mandó
tener cuidado con la nicotina.
Nada de disimulos,
la cumbre se me está
clavando por momentos en el culo.

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Retomando el concepto que da nombre al blog, me gustaría que este fuese un lugar de nostalgia, en el que compartieramos la música, canciones y temas que han sido trascendentes en las vidas de los colaboradores del mismo, junto con aquellas anécdotas que nos han marcado.